The Beatles


Nadie que hiciera música a partir de la década del 60 quedó libre de la influencia de The Beatles. Y no me refiero a la música solamente, sino a su actitud hacia la música. Ellos experimentaron, y luego otros experimentaron a partir de su obra. ¿Cómo me afectó eso?

Bueno, hablar de The Beatles es perderse en una selva de interpretaciones, relatos biográficos y circunstancias que dieron un giro significativo a la música en todas partes. Echaron abajo todos los esquemas en muchos sentidos y se conviertieron en algo más que una leyenda.

Hoy los equipos, los instrumentos y las técnicas son más sofisticados, pero no eclipsan las antiguas versiones de este extraordinario grupo musical.

Viéndolo desde un punto de vista estrictamente musical, si bien es cierto que siempre hubo grupos de música que cautivaron al público, The Beatles hicieron simultáneamente muchas cosas que hasta ese tiempo nadie había hecho. Su música irrumpió diferente, original, trascendente.

Su vestuario, sus voces, su afinación, su ritmo, sus composiciones, sus arreglos, sus grabaciones, su respaldo, la selección de los temas que publicarían y los que permanecerían en los archivos hasta otra oportunidad, sus presentaciones, sus actitudes, no se les veía sucios ni desordenados ni hostiles, todo influyó de manera significativa en lo que muchos harían después, ya sea queriendo imitarlos, superarlos o detraerlos.

Cuando salió su LP Revolution comenzaron a notarse algunas actitudes negativas de parte de algunos sectores que a veces se burlaban de su manera de cantar o de vestir. En mi opinión, el marketing y la publicidad se apoderaron de ellos, y The Beatles comenzaron a ser vistos como un grupo más. Pero nunca serían eclipsados.

Otros aprendieron a romper los esquemas, estereotipos y paradigmas con vestuarios y actitudes irreverentes, voces agresivas, y la afinación y calidad de la voz ya no parecía importar mucho, sino el estilo y la imagen. El ritmo se tornó mucho más impactante, y las composiciones, los arreglos y las grabaciones dieron a luz efectos sonoros especiales y la invención de equipos más sofisticados. 

Poco a poco, pero a pasos agigantados, llegó un tiempo en que cada nueva consola de grabación que salía al mercado, quedaba obsoleta al día siguiente. La música y la innovación tecnológica irían de la mano de allí en adelante como nunca antes. 

El marketing comenzó a pesar en la mayoría de las decisiones, hasta en la selección de los temas que se difundirían y los que morirían en los archivos hasta nunca. Las presentaciones fueron cada vez más luminosas y coloridas. Las actitudes irreverentes, el desorden, destrozar los instrumentos delante de todos, sacar la lengua y otros gestos grotescos tomaron el lugar de las sonrisas acogedoras y el amor romántico. ¿Qué estaba pasando? 

A algunos ya no les preocupaba presentarse sucios y desordenados, ante sus auditorios, y muchos en el público vibraban con su hostilidad. Y al igual que ocurrió con The Beatles, todo influyó de manera contundente en lo que muchos harían después, ya sea queriendo imitarlos o superarlos. El smooth jazz y la Música de la Nueva Era comenzaron a ser la antítesis, con toda una gama de novedades que atrajeron a quienes no seguían la corriente irreverente. Surgió un público diferente, músicos diferentes y un sonido diferente. 

Los medios de comunicación, que usaban cada vez más tecnología de punta, dieron a conocer la enorme, increíble e inagotable variedad musical que había alrededor de la Tierra, y muchos jóvenes comenzaron a tomar más en serio la cultura y el estudio de la música desde un enfoque antropológico, sobre todo en Oriente y Europa. Los auditorios ya no serían los únicos centros de audición, sino la televisión e Internet, luego aparecerían los equipos móviles de última generación y las posibilidades se expandieron.

Pero siempre sería fácil reconocer y distinguir a The Beatles por sus temas más conocidos, como She loves you, I wanna hold your hand, I Saw Her Standing There, Eight Days A Week.... interpretaciones inimitables. Y algo que sacó de cuadro al productor fue que, aunque I wanna hold your hand había sido un tema producido para el mercado europeo, tuvo un inesperado superimpacto en Norteamérica, y por carambola, en el resto del globo.

En mi modesta opinión, si usas tus antenitas, es que, debido a que las raíces de los norteamericanos eran los indios americanos, el alarido de dicha canción se parecía muchísimo, ni más ni menos, a los alaridos de los indios de las películas del viejo oeste, cuando se ponían en pie de guerra. Era un alarido que, a mi modo de ver, sintonizaba perfectamente con sus raíces subconscientes indioamericanas (además, no parece ser casual la coincidencia del alarido con los tambores).

The Beatles fueron innovadores en muchos sentidos. Por ejemplo, si prestas atención, McCartney toca el bajo haciendo acordes en ciertas partes de dicha canción, algo que no era muy común en los bajistas de aquel tiempo.

I wanna hold your hand fue un absoluto grito de rebelión, y en aquellos tiempos la rebeldía llegó a ser una característica juvenil que estaba por alcanzar mayores grados de ebullición. Los rebeldes se identificaron con The Beatles inmediatamente y explosionaron. Después la cosa se agravó de manera que ahora los veían como anticuados, frágiles y niños bonitos.

Las jovencitas inexpertas fueron especialmente susceptibles a este nuevo grito de guerra y liberación. Aquellos pelucones clavaron en sus pechos la seducción cuando incursionaron en el mercado, y el resto se vino abajo por su propio peso. Una consecuencia arrastró a la siguiente hasta bien entrado el nuevo milenio. Fue simplemente una catarsis que desplomó a toda una generación como piezas de dominó bajo una sinergia irresistible, nunca antes experimentada por la juventud.

Pero si bien es cierto que siempre the Beatles siempre se sintieron cómodos interpretando sus propios temas, no se perdieron la oportunidad de experimentar con temas de otros, temas que no se hubieran conocido si no hubiesen abierto sus archivos para darlos a conocer. Internet fue la clave.

Por ejemplo, un día se atrevieron a adaptar música latina de 1940 en su repertorio, mezclando el son del huayno con el estilo de The Ventures para interpretar "Bésame mucho" (búscalo en Google). Pero, desde mi punto de vista, fue un desastre. Me recordó a Thomas Edison en sus primeros intentos de descubrir el foco de luz incandescente. Un intento fallido, seguramente promovido por el marketing o por algún emprendedor bienintencionado. Pero eso no iba con ellos.

Aunque parezca increíble, no lo dejaron así. Años después insistieron para ver si realmente podían reivindicarse y hacerlo bien, y aunque le imprimieron un estilo más centroamericano, finalmente, se rindieron. No prosperó. No era lo suyo. Quedó demostrado que hasta The Beatles tenían limitaciones como arreglistas e intérpretes de la música de otros, por lo menos, con "Bésame mucho", una canción que otros sí supieron realizar con mucho éxito.

Por eso, no creo que se trató de que no pudieran hacerlo, porque eran músicos extraordinarios, sino de que no tenían la mínima motivación para apartarse del hecho de que The Beatles no cantaban temas de otros así nomás. Aparentemente, no quisieron dejarse manipular por los deseos de la gente hasta el punto de incluir música de otros en su repertorio, mucho menos de algo tan distante para ellos (en términos de idiosincrasia) como era la mentalidad latina.

En ese sentido, puedo reconocer que tuvo mérito que se esforzaran por ir siempre un paso más allá en la experimentación de la música. Pero fue una apuesta muy arriesgada. Hoy muchas de sus canciones siguen vigentes, ya sea por interpretación de otros o de sí mismos, pero también hay mucha de su música que algunos quizás no recuerden... porque sencillamente no pegó. Por ejemplo, I Will, Julia, Honey Pie, Martha My Dear, I'm So Tired. Y otras que seguramente se quedaron en el tintero y nunca vieron la luz.

Hay otros temas que, si el oyente no tiene un oído entrenado no reconocería como de The Beatles, como I'm only sleeping, And Your Bird Can Sing, Happiness is a Warm Gun, Dear Prudence, Why don't we do it in the Road, Everybody's Got Something to Hide, Yer Blues, The Continuing Story of Bungalow Bill, Piggies, Glass Onion, Don't Pass Me By, Helter Skelter.

De modo que cuando hablo de la influencia de The Beatles, no solo me refiero al impacto de su música en la historia de la humanidad, sino al hecho de que realmente se expandieron individualmente hasta donde pudieron. Hicieron lo mejor por sí mismos y por el grupo. Pero cuando dejaron de pensar como equipo, o se dejaron influenciar por agentes externos para perseguir lo que parecía ser una cultura sin límites, cada uno terminó disparándose por su lado y el éxito se diluyó proporcionalmente. Las aguas de la gritería se calmaron un poco, y el asesinato de Lennon despertó a muchos respecto a ciertos cambios sociales que estaban llevándose a cabo alrededor del mundo.

No me malinterpretes. Lo dicho aquí de ninguna manera significa que esté de acuerdo con toda la música y el modo de vida de The Beatles, tampoco con la filosofía o manera de pensar de sus miembros, o que me guste, apruebe o haga apología de todo lo que hicieron y dijeron. Ellos también fueron víctimas, de algún modo, del sistema en el que vivieron.

Sencillamente estoy reconociendo de un modo objetivo su contribución al desarrollo de la música en general. Porque por su influencia se comenzaron a utilizar nuevos conceptos en todo sentido, y contribuyeron a un acelerado impulso en la reinvención de los equipos. No soy, ni nunca fui, fanático de The Beatles, pero como sobreviviente de esa convulsionada época, puedo afirmar que fue imposible evitar su influencia en mi manera de ver o enfocar mi propia música. Quiera o no, fui influido.

Y aunque si bien es cierto muchos se desconcertaron cuando se separaron, resultó en que John (1), Paul (1, 2), George (1, y Ringo (1, 2), expandieron sus posibilidades individualmente, es decir, como entidades independientes del grupo, lo que contribuyó a su creatividad. Lennon consiguió más libertad para expresar su opinión personal acerca de la vida; McCartney pudo formar un grupo de músicos al cual poder liderar sin discusiones; y Harrison y Starr se divirtieron mucho compartiendo su música.

Es interesante que una de las canciones más interesantes de The Beatles, Ob-La-Di, Ob-La-Da, fuese calificada cierta vez como la peor de todas. ¿La peor? ¿Quién osó erigirse en calificador del arte? ¿Acaso se motiva uno urgando en lo peor? ¿Podría alguien acaso erigirse como Juez del Arte Rupestre, en cuanto si estuvo o no a la altura del paradigma y las técnicas? ¿Cuál sería su criterio para calificarlo de bonito o feo, antiguo o moderno, bueno o malo

Me pregunto si quienes calificaron así a Ob-La-Di, Ob-La-Da tuvieron alguna vez la más remota idea de lo que significa la armonia musical y el ritmo, de lo creativa que es la línea de saxofones y clarinetes, aparte de todo lo demás, como las interesantes transiciones sincopadas, el protagonismo del piano, las risotadas rítmicas y las risas de los amigos al final de la canción. ¿Indagaron siquiera para saber que el título de la canción significa "la vida continua", según la lengua nigeriana yoruba?

A mí me parece que es una canción superalegre, simple y diferente. ¡Muy creativa en su arreglo! Incluso, si fuera el caso de 'la peor', dichos críticos no parecen conocer la historia de The Beatles, porque parecen no haber oído nunca su pésima interpetación de "Bésame mucho".

Digo pésima de modo sarcástico, no absoluto, porque "Bésame mucho" solo fue un intento que no dio resultado, como cuando un pintor o escritor arroja o rompe un trazo o bosquejo que dista mucho de la idea que quisiera plasmar. Lo que quiero decir es que Ob-La-Di, Ob-La-Da no fue comparativamente lo más alejado de lo que pudieron hacer, musicalmente hablando.

En fin, jamás terminará la variedad de ritmos, melodías, composiciones y arreglos que la humanidad podrá realizar. La diversidad será eterna. La música es un campo tan infinito y expansivo como el universo mismo. La música puede ser superficial, cercana y temporal, tanto como profunda, insondable y eterna. Circunscribirla a cierto estilo o ritmo no basta para entenderla. 

Échale un vistazo al artículo de Eliana Fry Garcia-Pacheco sobre el Cazador de Truenos Luis Alvarado y verás que la creatividad no es para ponerle etiquetas "porque sí", sino para tenerla en cuenta como producto de la percepción humana. No solo lo que tiene melodía y compás puede merecer un lugar en el universo. No es que a todos les guste el café con leche o la limonada caliente, sino que el arte es simplemente arte, a veces con reglas, a veces sin ellas.

Cada pieza musical, ya sea como composición o como una mera interpretación de la misma, es tan única como una huella digital o un código genético. De modo que no solo son variadas las composiciones mismas, sino los arreglas que se hacen en torno a estas. Adondequiera que vayan The Beatles, irán con ellos George Martin y Billy Preston.

Basta que a uno de los músicos de una orquesta se le ocurra sugerir una nota, un tono, un acorde, una escala, un compás o un instrumento diferente, puede causar una variación que podría resultar significativa. Y no pasemos por alto el hecho de que algunas canciones han gustado más por el arreglo musical que por la melodía o la armonía en sí.

The Beatles no solo inspiraron a toda una generación en el campo musical, sino a todos los creadores en general, porque mucha de su música realmente fue creativa e innovadora. Si quieres oír a The Beatles, prueba con este link que me envió Kelonio. Te lleva a una lista. Espero te agrade.

Dicho sea de paso, César Muñoz ha publicado videos comentados muy interesantes y bien documentados sobre The Beatles y otros en su canal de "Cata musical". Puedes encontrarlo en Internet si deseas ahondar en aspectos que pocos conocen acerca de la música en general.

Al margen de la filosofía o el mensaje tácito que hay tras las canciones, no podemos negar que la voz humana y los instrumentos musicales pueden llegar a deleitar la mente y el corazón de la humanidad cuando sus frecuencias y tiempos se coordinan armoniosamente sin los ruidos desagradables ni la interferencia espiritual de vibraciones negativas. ¡Cuánto más si con la letra se alaba al Creador universal de los sonidos y la música!

La música es hermosa, tan expansiva y eterna como su autor.