"Como lirios en el campo"



"Como lirios en el campo" es, como diría Fidel Gutiérrez, una canción ecológica. Y es cierto, anima a uno a apreciar la riqueza natural del campo. Pero es más que eso.

Historia de la canción

La letra de esta canción está en lenguaje velado. Representa la satisfacción de necesidades espirituales y físicas.

- El campo simboliza el reino de Dios
- La naturaleza simboliza a Dios
- Los lirios simbolizan los hijos
- La embriaguez simboliza el orgasmo
- La luz simboliza la sabiduría de Dios
- Los ojos simbolizan la honradez que se deben los esposos
- La verdad del amor simboliza la fuerza del espíritu de Dios
- El viento que sopla simboliza la paz
- La paredes simbolizan las fronteras y barreras nacionalistas y culturales
- La belleza y el olor simbolizan las feromonas

La felicidad en este contexto no solo representa un estado de éxtasis o alegría constante, sino implica el dolor que significa tolerar los defectos de los demás. Es un error suponer que la felicidad es sinónimo de ausencia de sacrificio y malestar. No es así. En mi opinión, ese es un concepto inmaduro de la felicidad

El amor y la felicidad suelen implicar alguna clase de sufrimiento, algo por lo que vale la pena luchar. Por ejemplo, muchos esposos se separan porque no entienden lo que significa la felicidad. Piensan que cuando ya no es divertido, el amor desapareció. ¡No es así! Es precisamente entonces cuando deben exteriorizar su amor a fin de atraer la felicidad. El amor verdadero no está más relacionado con la alegría que con el dolor. Cuando se supera el dolor, resulta la felicidad.
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No me malinterpretes. No estoy diciendo que tienen que pasar cosas malas para que vengan cosas buenas. Lo que quiero decir es que cuando algo nos desilusiona, hacemos un esfuerzo sincero por superarlo, es decir, por pasar la página y tener en mira un resultado feliz. Entonces, al superarlo viene la felicidad, una felicidad duradera, significativa, imborrable, completa.

Allí donde la gente sufre, necesita amor
Allí donde la gente de desilusiona, necesita amor
Allí donde alguien nos falla, necesita amor

Cuando hacemos lo amoroso, la felicidad cae por su propio peso porque la mayor de las motivaciones es la satisfacción de haber hecho lo que es correcto. Si no fuese así, ¿cómo diríamos que el perdón es una muestra de amor?

¿Cuándo se requiere perdón? ¿No es cuando alguien nos falla? El perdón duele, pero funciona porque es una expresión de amor. Entonces viene la alegría y el éxtasis, no por el mal que ocurrió, sino por la paz que resulta posteriormente. No existe amor verdadero si no se superan el dolor y el sufrimiento.

Si tu pareja te falla, necesita que la rescates, no que la abandones. Si crees que se debilitó, cambió o no estuvo a la altura, es tu turno. Te corresponde amarla todavía más y con mayor razón. 

No es amoroso ni leal dejar abandonado a un compañero de armas en medio del fragor del combate con el enemigo, sobre todo si la herida ha sido profunda. Un compañero se queda a su lado, aunque no sepa cómo curarlo o ignore cómo podrá trasladarlo a un lugar seguro, o cómo conseguir los medios para salvarlo y evitarle sufrir tanto. No tenemos ningún poder de premonición para condenar nuestro destino, maldecir a la vida o dar por sentado que las cosas no van a mejorar. 

Lamentablemente, por alguna razón tendemos a abandonar y perdernos los beneficios que resultarían de haber aprovechado la oportunidad para demostrarnos a nosotros mismos que fuimos capaces de luchar hasta el fin. ¿Y quién puede determinar cuándo llega el fin? ¿Creíamos que todo tenía que salir perfecto? Eso no iba a ocurrir nunca. No en este mundo imperfecto.

¿Alguien influyó para que llegáramos a creer que todo estaba perdido y que este era el final del camino? Esa persuasión no procede de arriba, de quien proceden las fuentes de la esperanza, sino de alguien a quien no le interesa nuestro bienestar y felicidad. 

Recuerdo que un amigo de posición acomodada y hábil en los negocios le hizo caso a cierto consejero profesional, que le dijo en tono suave y persuasivo: "Pero usted es joven. Está a tiempo de comenzar de nuevo. Si no es feliz en su matrimonio, ¿cree que vale la pena mantener una relación tóxica que lo hace tan infeliz?". Mi amigo dejó a su esposa por una atractiva jovencita. ¿Quién crees que resultó ser la persona tóxica?

¿Piensas que hizo bien? Repito que no tenemos ningún poder de premonición para visualizar nuestro destino, ni siquiera de aquí a mañana. Aquella linda jovencita se las ingenió para pasar a su cuenta bancaria todos los activos de mi amigo. Se lo comió con zapatos y todo, y se fue con otro, lo dejó en la calle. 

No terminó allí. Él se trago su orgullo, regresó con su esposa, le demostró que había reconocido su error y que lo lamentaba profundamente. En este punto, no pienses: "Yo no lo perdonaría", porque no estás en su lugar, no puedes predecir el futuro ni conoces todos los detalles. Ella también reconoció sus propios errores y también le pidió perdón. Reconoció que su mal carácter influyó en las consecuencias. Si hubiese sido el caso, ¿habrías reconocido los tuyos? ¿O crees que te aplicaría la frase 'sin pecado concebida'. 

Ambos tuvieron que esforzarse. Ambos tuvieron que poner a un lado su orgullo. Ambos tuvieron que dejar de justificarse. Ambos tuvieron que derribar las 'paredes'que habían levantado. Ambos reconocieron su parte del daño causado a su relación, y ambos se perdonaron. Y como eran creyentes, también le pidieron perdón a quien consideraban que habían defraudado por un tiempo. A quien habían puesto como testigo de su juramento: Dios.

Por eso ella lo perdonó, y él le confirmó su lealtad futura. Siguieron juntos hasta envejecer. Él aprendió a las malas, por lo que le hizo aquella joven; y a las buenas, por el perdón que le otorgó su esposa. Y ella aprendió que es mejor ser bueno que malo, y que, cuando uno cree que las está haciendo bien cuando las está haciendo mal, todo puede salirse de control.

Es cierto que podemos abandonar a nuestra pareja si comprobamos que se ha unido a otra persona de un modo irreparable. Estaría justificado. Pero no es sensato ni maduro terminar en solitario simplemente por no haber sabido comprender que todos somos decepcionantes y tendemos a fallar, o porque un consejero se creyó capacitado para ver el futuro y nos mandó por un despeñadero.

Mi madre tuvo toda la razón y toda la justificación para dejar a mi padre, pero optó por no hacerlo, y nadie tiene derecho a juzgar su decisión. No conocemos todos los detalles. Pero se ganó mi más profunda admiración, y le agradezco que me permitiera conocerla cada vez mejor. Porque decidió aferrarse al amor hasta que falleció, en 1987. 

Que yo sepa, el perdón, no el rencor, es el secreto de Dios para deshacer cualquier daño. Si no puedes perdonar, porque la herida fue muy grande, primero medita antes de abandonar. Date un tiempo, respira profundo y acuérdate de aquel compañero de combate. Si calló bajo las balas del enemigo, es tiempo de amar más, no menos. ¿No se supone que la lucha es contra un enemigo en común? ¿O nos convertiremos en enemigos entre nosotros mismos porque aquel derribó a uno de nosotros?

Eso de que en el amor todo es lindo, es una de las farsas más grandes que se han difundido en las películas, las canciones y los cuentos para niños. Nadie puede negar que, cuando se expresa amor, todo es lindo, porque hasta el dolor cede el paso. Por ejemplo, cuando una mujer da a luz con la ilusión de abrazar a su bebé. Pero es más lindo cuando las olas del dolor, del malestar, de la indiferencia, de la desgracia y del rencor han pasado.

El amor verdadero coexiste con el perdón, no con la maldad, y el perdón fluye como la sangre donde hubo una herida, una ofensa, un fracaso, una desilusión o una frustración. ¿Cómo podríamos entender el amor si guardamos rencor en el corazón? ¿Acaso no te cortaste un dedo alguna vez? ¿No brotó sangre inmediatamente y comenzó a crear una cicatriz? Y con sinceridad, ¿recuerdas la primera vez que te cortaste, o puedes recordar cuántas veces?

Solo cuando entendemos cómo es el amor verdadero, entendemos por qué Jesús dijo en medio de su agonía: "Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen". Él entendía que el perdón sincero era la máxima expresión del amor verdadero. Todo intento de alcanzar la perfección nos deja una lección inolvidable de que todos, en algún momento, decepcionaremos a alguien, incluso a nosotros mismos.

Hay quienes no pueden pedir perdón, otros, que no pueden perdonar, y aún otros, que no pueden perdonarse a sí mismos. Y hay quienes culpan a los demás, a Dios, a las paredes o a su gato. Es como si tuvieran perdonitis o inflamación del perdón. Algo les obstruye las arterias del amor y no pasa la sangre que sanaría las heridas. Es verdad que hay cosas que son imposibles de perdonar. Hasta Dios habló del pecado imperdonable. Pero, ¿es así de grave?

Vayamos un momento a la playa y miremos a los que corren olas. Si logran correr una ola, disfrutan del mar. Pero si las olas se levantan de manera impresionante, ¿por qué seguimos viendo surfers en el agua, nadando y yendo hacia ellas con empeño? ¿Es acaso porque les gusta el castigo? ¿No es más bien porque las aman y buscan sincronizar su nado con ellas, porque disfrutan de la sincronía? 

¡Es cierto que se apenan cuando no agarran una ola! A nadie le gusta fracasar. Ni se jactan de ello ni son ajenos al dolor que pueden causar a otros y a sí mismos. ¿Pero acaso se detienen a llorar por cada esfuerzo desperdiciado, tantos ejercicios de calentamiento, tanta capacitación y tanto análisis del clima, etc.?

Es porque sacan lecciones valiosas de csda una de sus caídas. Es porque se esfuerzan por ver más allá del error, más allá del temor, más allá del frío, mas allá de la inexperiencia, más allá del revolcón, mas allá del desafío, más allá del final, más allá del tropiezo y más allá de aquella tarde o mañana. Y si la puesta de sol o el alba les regala una hermosa vista, ¡mucho mejor! Mañana simplemente será un nuevo día, nuevas olas, nuevas experiencias y, probablemente, un nuevo revolcón. Es el canto a la vida.

Cuando el experto instructor de la técnica de ventas Tom Hopkins advertía a sus estudiantes acerca de la fluctuación entre las cumbres del éxito y las profundidades del fracaso, abría los ojos y añadía con una gran sonrisa: "¿No es fascinante?". Porque pensaba como piensan los expertos: Es una ilusión pensar que todo saldrá perfecto siempre. No todas las naves espaciales llegan al espacio. No todas las computadoras están libres de virus. No todos los muertos resucitan. No todos los expertos dan en el blanco.

Sin embargo, como escribió el Dr. Wayne D. Dyer en su libro El cielo es el límite: "No se puede aprender a pilotar avión estrellando aviones". El que no aprende a nadar, a aguantar la respiración por largos periodos, a aceptar los revolcones, el viento frío, el agua helada y las olas encrespadas, no puede llegar a ser un buen surfer ni, por tanto, disfrutar del premio de la satisfacción de la que solo los buenos surfers pueden dar testimonio. ¡No lo cambiarían por nada del mundo!


Cuando en la canción exclamo “¡Serás feliz!” estoy dando por sentado que no será fácil. La felicidad solo es posible cuando uno expresa amor verdadero. Por momentos tal vez nos amarguemos un poco, pero el resultado siempre será dulce. Por eso digo en la canción: "Serás feliz", no: "Eres feliz", para fijar la mirada adelante, no atrás. El recuerdo es donde la felicidad y la nostalgia se encuentran para aunar esfuerzos e impulsarnos a seguir adelante y arriba. ¿No estás de acuerdo?

Uno tal vez ande triste por un tiempo debido a algún fracaso o una serie de tropiezos, pero fortalecerá el amor consolando a su pareja: "Contigo pan y cebolla (juré estar contigo en las buenas y en las malas)". Cumplir una promesa es algo que agrada y conforta.

Con mi esposa, nuestro yerno, nuestro nieto
y nuestra hija en Tarapoto, Perú

*Foto de surfers en la puesta de sol: www.freepik.es
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Ficha técnica de la canción 

Año: 1974
Grabación y edición: IEMPSA
Sello: Odeón
Técnico de grabación: Víctor Reyes
Asistente de grabación: Jorge Trujillo
Autor y arreglos: Miguel Ángel Ruiz Orbegoso (Zulu)

Bajo: Billy Morgan
Batería: Pedro Ruiz Orbegoso
Voz, piano y Moog: Zulu
Segunda voz y coro: Pilar Ruiz
También me asistieron en el coro y aplaudieron y tararearon los muchachos del barrio.

Grabé el Moog en diferentes pistas para los diferentes acordes porque con este modelo no podían crearse acordes.

Un detalle que me agrada mucho de esta canción es que cuando mi voz alcanza niveles vigorosos me recuerda la voz de mi hermano Kike. Si bien él no fue un modelo a seguir, sí fue un gran ejemplo para mí en lo que al campo de la música y el canto se refiere. Hubo un tiempo en que él, Joe Danova, Coco Montana, Pepe Morelli, Otto De Rojas y muchos otros compartieron escenarios en la época de la Nueva Ola, en los años 60.

Para mí, el estilo de esta canción tiene reminicencias emocionales de "15 años tiene mi amor", del Dúo Dinámico, una canción que me conmovió mucho a comienzos de mi adolescencia.


Letra de "Como lirios en el campo

Lara lara la Lara lara la la
Lara lara la Lara lara la la

Voy de día o de noche, siempre que haya como ir
Si es más lejos me gusta porque vivo mucho más
El amor en el campo tiene mucho más sabor
La naturaleza es tu casa y tu pan

Veré florecer lirios en el campo
Y me embriagaré con toda dulzura
Verás tú la luz de la vida en mis ojos
Veré la verdad del amor en los tuyos

Juguetear por un bosque. Luego el valle recorrer
Con el viento que sopla, no hay paredes por ahí
Trae toda tu belleza con su excitante olor
Nos divertiremos por el campo los dos

Será feliz, conocerás la felicidad

Verás florecer lirios en el campo
Y te embriagarás con toda dulzura
Verás tú la luz de la vida en mis ojos
Veré la verdad del amor en los tuyos

Será feliz, conocerás la felicidad

Veré florecer lirios en el campo
Y me embriagaré con toda dulzura
Verás tú la luz de la vida en mis ojos
Veré la verdad del amor en los tuyos

Veré florecer lirios en el campo
Veré florecer lirios en el campo
Veré florecer lirios en el campo
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